Audios para acompañarte a la realización del Libro de Ejercicios de UCDM - Un Curso de Milagros.
Hoy entrego todas las prisiones que he fabricado en contra del amor de Dios, para sentirme separado en un cuerpo y así poder culpar al mundo y a mis hermanos de mi auto negación. Hoy solo elijo la libertad que Cristo me ofrece al recordarme que soy el Pensamiento de Dios y como tal, no he abandonado la mente que me creó. Hoy hago uso de esta verdad no imponiendo más límites a mi vida.
El espíritu Santo es el mediador entre las ilusiones y la verdad, y su objetivo es acabar con los sueños. Si supieses cuánto anhela tu Padre que reconozcas tu inocencia, no dejarías de escuchar su Voz, ni le darías la espalda a lo que Él te ofrece. Invoca continuamente al Espíritu que te une con la verdad que eres y que se manifiesta en todo lo que te rodea.
Hoy el Espíritu, tu mente correcta, te recuerda que puedes elegir con qué pensamientos reconocerte, mirarte y mirar al mundo. Responsabilízate aquí y ahora en este instante, de que tú eliges si quieres vivir una existencia plena y en paz, pues tienes todo lo que necesitas para ello en tu mente, salvaguardado para ti, por el amor que Dios te tiene.
Hoy abandono toda identidad falsa que he generado para esconderme del amor. Hoy abandonó la pequeñez, el no merecimiento, la incapacidad y toda creencia que alimenta la idea de dolor y sufrimiento en mi vida. Hoy elijo despertar, y elijo hacer uso de todas las capacidades, plenitud e inocencia, que Dios me dio en mi creación.
Gracias padre, mi gratitud bendice mi verdadera identidad solo en ti, solo en el amor que es la fuente de mi creación. Mi gratitud bendice toda la creación, a todos mis hermanos fruto del mismo amor con el que me creaste. Hoy suelto todo ídolo, todas falsa identidad que he generado en contra del amor, por miedo a no ser merecedor de él; por la arrogancia de ser mi propio creador.
Hoy se te recuerda que el dolor, el esfuerzo, el sacrificio, la enfermedad, etc.. son imposibles. Todo sufrimiento es una forma de castigo que le infrinjo a mi mente por el aparente error que otros, o que el mundo realiza sobre mí. Solo mis pensamientos me causan dolor y por lo tanto, solo yo puedo elegir cambiar mis pensamientos de miedo por pensamientos de amor.
Hoy elijo pasar el día con los pensamientos de la inocencia que soy, y que me habla de mí, del mundo, de mis hermanos, del amor que Dios me tiene y de todo su deseo de paz y felicidad para mí. Hoy acepto que mi santidad, que es fruto de mi unión íntima con mi creador, sea la inocencia que me haga recobrar la cordura en mi mente y en mi vida.
Hoy nos damos cuenta que significa realmente que no tenemos nada que hacer, pues hemos llegado al lugar donde la plenitud y nuestra compleción en el Amor de Dios, es y ha sido siempre. Hoy sentimos la felicidad del camino recorrido y el perdón que nos ha traído hasta aquí. Es mucho lo que hemos dejado atrás pero gracias a ello ahora podemos recibir los regalos del eterno presente.
El recuerdo de la unicidad y la vivencia de esta en nuestra vida es nuestra meta, nuestro propósito y nuestra felicidad. Padre mío ya estamos cansados de bajar para escondernos de tu amor. Madre mía hoy, nos rendimos a tu abrazo amoroso y reconocemos que este es nuestro único anhelo y nuestra única felicidad. Recordarte, mostrarte y vivirte es para lo que estamos aquí.
Gracias Padre por el trabajo de perdón de mis hermanos, por su visión, por su entrega y rendición. Cuanta felicidad surge en mi alma cuando veo a mi hermano trascender el miedo. Hoy vuelvo a casa de la mano de mi hermano. Reconocer su capacidad, su inocencia, reconocerte en el, me hace dar un salto al eterno presente donde ambos somos uno en ti.
Hoy se te regala volver al hogar. Hoy se te quita la venda de tu mirada para que te des cuenta que no estás aquí, que nada de esto es real y que por lo tanto dejes de dedicar tus esfuerzos en cambiar la ilusión para hacerla más especial para ti, y tu para ella. La solución de todo problema es recordar que no hay problema.
Mis ojos comienzan a abrirse y aunque mi mirada es tenue, comienzo a enfocar mi visión en el Milagro que Cristo me ha regalado y a través del cual solo veo mi felicidad, la verdad de lo que soy y de lo que es mi hermano. Gracias Padre por el perdón que corrige mi percepción de un falso pasado de separación, esfuerzo y dolor. Hoy no permitiré engañarme más, ni seguir engañando a mis hermanos.
Mantén tu mente en el continuo perdón para que la verdad de lo que eres sea lo único que veas, lo único que compartas, lo único que experimentes, lo único que des y recibas. En este mundo real que es la antesala del recuerdo de Dios en ti, solo te esperan tus dones, tu abundancia, tu plenitud. Ahí podrás estar en el mundo sin ser del mundo, podrás hacer sin hacer.
No tengas miedo si la oscuridad aflora a tu mente. Para que la paz y el sosiego sean totales, quizás aún haya que perdonar algo más. Estás tan cerca del mundo real que la oscuridad quiere atraer tu atención Y distraerte de tu único cometido y de tu felicidad. No tengas miedo, no hay nada de real ahí.
Esta es la verdad , la antesala del mundo real, del sueño feliz. De ti depende cuando logres esto. Hasta cuándo vas a permitir que una voluntad ajena a la tuya se oponga a tu deseo de ser feliz aquí y ahora. No hay problema que resolver. No interfieras en la resolución de todo problema tomando decisiones por tu cuenta, queriendo cambiar la forma, queriendo tener razón.