Audios para acompañarte a la realización del Libro de Ejercicios de UCDM - Un Curso de Milagros.
Gracias Padre porque te derramaste en cada Hijo tuyo, al igual que en mí, para mostrarme el camino de vuelta casa. Ahora puedo ver el reflejo de tu amor en cada hermano. Gracias Padre por el Cristo, tu mirada amorosa inocente, que disipa toda tiniebla, toda duda, toda separación de nuestra mente, y nos aúna en un solo Hijo de Dios.
Puede ser que aún quieras tener razón y tomar decisiones por tu cuenta, o que quieras seguir proyectando tu dolor en el mundo sintiéndote de alguna forma infeliz. No importa, no escuches tanta mentira, sal de la locura pues hoy se te ofrece lo que con tanto anhelo buscabas, que recuerdes donde únicamente quieres estar, cuál es tu estado natural y lo único real en ti, la paz de Dios.
Ríndete a dejar todo juicio de tu acontecer, pues no sabes lo que eres ni lo que más te interesa. Tus juicios generan un mundo de separación, desigualdad, injusticia y mentira. Lo que piensas de ti te muestra la ilusión que te envuelve y que quiere darle forma a tu vida. Hoy elegimos solo ver y compartir la inocencia y el amor que somos.
Espíritu Santo te entregamos nuestra visión para que la bendigas pues solo queremos ver la verdad en todo lo que nos rodea. Hoy seguimos perdonando todo lo que vemos para ir más allá de ello al recuerdo de nuestra inocencia, que está por todas partes indicándonos el camino de vuelta casa.
La verdad es lo único que te libera del dolor y hoy Cristo te quiere mostrar la verdad, tu verdad, el amor y la inocencia que eres y que te rodea por todas partes. No tengas miedo de mirar, todo lo que hay es bueno para ti. No abandones ahora, da un paso más y ríndete a no utilizar los ojos del cuerpo, tus propias ilusiones, para relacionarte con el mundo, para generar más ilusión.
Cristo es el abrazo de Dios para con su hijo. Cristo es el recuerdo en tu mente, libre de juicios, del amor y la plenitud que eres en Dios. Cristo es la antesala de Dios y de tu liberación. Es tu Ser llevándote amorosamente a ti y a tu hermano de vuelta al hogar.
Hoy elijo cada instante contemplar lo que quiero escuchar y los testigos de lo que quiero sea verdad para mí. Hoy tomo las riendas de mi felicidad, de mi vida, de mi función aquí. Hoy genero una nueva realidad basada solo en el amor que soy, en el amor que mi Padre me regaló al crearme. Hoy elijo que el dolor y todas las formas de la ilusión desaparezcan de mi mente y de mi vida.
Es hora de que te descuenta cuán cansado estás de vivir falsos sueños ilusorios. Es hora de que te descuenta de cuánto anhela estar en la paz. Es momento de vivir en la verdad Entrégame toda tu vida, deja todo en mis manos. Recuerda quién eres. Abraza tu grandeza y vive con gratitud y merecimiento, dejando a un lado y no entreteniéndote con las ilusiones.
Aprende hoy a estar en paz. Deja atrás todo las ideas, tú razón y todos los escenarios que utilizas para perderte en el conflicto. Date cuenta que tu rechazo a la paz es tu rechazo al merecimiento, a Dios, a seguir avanzando en conciencia y recuerdo del amor y la verdad en ti. Escucha a Cristo en ti, suelta todo juguete dañino y acoge la paz y la quietud que le acompaña.
Disponte hoy a dejar tu razón, tus expectativas, y todo lo que habías pensado que debería ser tu vida. Proponte hoy a dejar el miedo de un lado y a mirar al mundo para ser reflejo del Amor de Dios que fluye desde todas partes hacia ti . Para ellos permite que todas las cosas sean como Dios las ha creado, principalmente tú mismo.
No hay separación, abandona toda razón y todo juicio que te lleve a querer estar separado de la verdad que eres y que se extiende en todo lo que te rodea. Pon de nuevo tu vida en manos de Cristo. El es el enviado para llevarte de nuevo a la conciencia de unión íntima en el Amor con todo lo creado. Aquí radica tu seguridad y tu paz. Esta Voz te indicará todo lo que tienes que hacer.
Somos la santa, pura e inocente expresión del Amor en el mundo. Esta es la garantía de que el miedo no puede hacernos presa de el, nada más que en sueños. Es hora de despertar y recordar que somos uno en el Amor que nos creo. Y es al compartir esta, nuestra verdad como la recordaremos. Hoy bendecimos a todo ser vivo compartiendo nuestra inocencia.
Vives imaginándote que estás aprisionado en un cuerpo, en un grupo social, en un mundo, en un universo, en un sistema de pensamiento, para todo lo cual, has tenido que inventar leyes basadas en tus creencias erróneas acerca de ti mismo, que protejan tu aparente forma e identidades. Hoy es el día de tu liberación pues lo que eres realmente, el Santo Hijo de Dios inocente.
Tienes miedo de hacer uso de tu libertad porque, desde tu pequeñez mental, que es arrogancia, no te sientes merecedor del amor que eres. Por ello te escondes detrás de leyes, formas, estructuras, límites mentales y físicos que te separan de tu felicidad y grandeza. Has intentado aprisionar a Dios en tu ilusión de negación pero no has podido. Pues lo que es eterno no puede limitarse a ello.
Haz uso de la única libertad real que eres en Dios. Abandona toda esclavitud fruto de la identificación con un cuerpo, con unas necesidades, con formas, y con todas las expectativas que le dan vida a esa ilusión de ti. Eres libre tal como Dios te creo.