LECCIÓN 210. No soy un cuerpo. Soy libre. Pues aún soy tal como Dios me creó
"Elijo el júbilo de Dios en lugar del dolor. No soy un cuerpo. Soy libre. Pues aún soy tal como Dios me creó"
Audios para acompañarte a la realización del Libro de Ejercicios de UCDM - Un Curso de Milagros.
"Elijo el júbilo de Dios en lugar del dolor. No soy un cuerpo. Soy libre. Pues aún soy tal como Dios me creó"
Se acabó la falsa arrogancia de no creernos merecedores y de vivir en la pequeñez. Hoy se nos bendice con el único título que nos define realmente y nos permite vivir libremente la expresión del amor, la abundancia y la grandeza que somos. Deja de buscar títulos en el mundo que te definan, deja de buscar personajes que alimenten tus falsas definiciones de ti mismo.
"Tengo una función que Dios quiere que desempeñe. No soy un cuerpo. Soy libre. Pues aún soy tal como Dios me creó”
Hoy se nos enseña que aprender no significa sufrir. Esto ha sido una trampa para enfrentarnos al mundo desde la defensa y el ataque y no desde la apertura a recibirlo todo como una oportunidad feliz. Acepta tus lecciones hoy, elige cuantos milagros quieres llevarte ahora para para llenar tu arca de abundancia, verdad e inocencia.
Solo aquí y ahora podrás entregar tu vida y tu mente a aprender las lecciones que te están invitando a hacer lo que te toca, para permitir que la verdad que eres en tu total plenitud, tome forma y se exprese. Poner tu futuro en manos de Dios es soltar toda expectativa y lanzarte en manos de la verdad que eres, a vivir tus lecciones de amor.
¿Qué prefieres hacer hoy, seguir resistiéndote a la abundancia y la plenitud en tu vida o abrirle las puertas al amor y a manifestarte en la totalidad que eres, dando las gracias por ello?
Es hora de dejar de sufrir. Deja de hacerte daño con lo juicios y defensas que pones en el mundo, contra tus hermanos. No hay nadie ahí fuera, mas tú propia creencia acerca de ti, proyectadas para librarte, falsamente, de ellas. Bájate de la cruz y camina hacia el nuevo Renacer al Amor y a la vida que ahora y siempre se te regala.
Acoge tu funcion con amor y gratitud. En tu función está el recuerdo de tu Ser, la única verdad real en ti. Manifestarte, vivirte, expresar a Dios, al Amor a través de ti, es tu función, tu felicidad, y la salvación del mundo. Date las gracias por ello. La Paz que te otorga tu gratitud y reconocimiento, es tu recompensa y mayor regalo, y te conecta aún más a Dios.
¿Estás dispuesto a soltar la creencia de que hay un mundo hostil diseñado para hacerte daño, para no dejarte ser lo que tú deseas? Libera el mundo y libérate junto a él de toda creencia de pequeñez que alberga tu mente. Esto es ser honesto con tu ser, con la verdad en ti.
¿Y si no soy un cuerpo? Hoy puedes disfrutar plenamente y cada instante de mi verdadero fluir, como el Hijo de Dios en el mundo. Todo el camino que has venido realizando en este entrenamiento te ha traído a tu libertad, a tu verdadera y única identidad en Dios.
"No hay más paz que la paz de Dios." Sigue caminando en él, pues te lleva directo a vivir en tu hogar aquí y ahora, donde la paz es tan segura como el Amor que Dios te tiene. No busques otra paz que la paz de Dios y todo se te dará. Deja que sea Él quien te indique la forma de expresión de esa paz en tu vida. Todo lo que necesites se te dará.
Os comparto la introducción a esta segunda parte del libro de ejercicios y nueva etapa en la que se nos invita a vivir la experiencia de Dios. Afianzamos nuestro nuevo sistema de pensamiento, ya no en palabras ni ideas, sino en la experiencia viva del amor en nuestra cotidianidad. Ahora invocamos a Dios y esperamos su respuesta; la verdad que calma, nutre y guía nuestra existencia.
¿Qué es el perdón? Medita hoy con ella, pues nos recuerda nuestra única función aquí en el mundo. Nos muestra, con ejemplos, la diferencia entre los pensamientos que no perdonan, los cuales se cuelan de manera sútil atrapándonos aún más en la ilusión del dolor y el conflicto, y el verdadero perdón, que nos mantiene en quietud, paz y verdad.
En la quietud de mi mente y de mi cuerpo, surge el vacío sanador y con él la paz, que me lleva a vivir la experiencia de Dios. Me mantengo en silencio con la confianza y alegría tranquila, de que la verdad vendrá a mí, pues el Padre responde siempre al llamado de su Hijo. Escucha en este instante y durante tu día sigue en escuchando.
¿Quieres realmente tener una experiencia de Dios? ¿Qué es tener una experiencia de Dios? Alégrate de no tener que hacer nada para que esto ocurra, y date cuenta como hasta ahora has huido de ello, al buscarlo fuera, como algo que te complemente o te de más especialismo en tu mundo. Permítete deshacerte en el vacío todo abarcador que te rodea y sustenta.