El Perdón me ofrece todo lo que deseo

"El Perdón me ofrece todo lo que deseo"

Esta afirmación es la clave de nuestra felicidad, es la clave de nuestra paz.

Para ello hemos de hacernos las siguientes preguntas:

¿Deseo realmente el Perdón? ¿Deseo realmente la Paz? ¿Qué deseo realmente?

 Y ¿qué quiere decir realmente? Esto quiere decir que hemos de reconocer lo que desea nuestra mente inconsciente, porque conscientemente parece que todos queremos ser felices, vivir en paz, ser abundantes, tener buenas relaciones, tener un buen trabajo, vivir en equilibro etc.

¿Pero y por qué si aparentemente esto es lo que deseamos no se plasma en nuestras vidas o lo hace pero con altibajos?

También suele pasar que parece que solo obtenemos la felicidad, un buen trabajo etc. si nos esforzamos o nos sacrificamos.

Hemos de saber que la paz no puede venir como resultado de la negación, del vivir con culpa, esforzándonos, sacrificándonos o manipulando y controlando.

La Paz que nos ofrece el Perdón es otro tipo de paz, la abundancia, la plenitud, es una paz que no viene de conseguir cosas aquí, sino precisamente de deshacer el mundo de la ilusión, de deshacer toda creencia que hay en nuestra mente que ha generado este mundo de la ilusión, que ha generado la idea de que es bueno tener dinero, de que es bueno ser aprobado, de que es bueno tener un cuerpo bello, de que es bueno ser inteligente para que se te reconozca, que es bueno tener un buen estatus social, un buen coche, vivir en un buen sitio o tener una relación que te proteja.

Todo ese mundo viene de una creencia en la debilidad, en la fragilidad, en que soy un cuerpo, en que no sé quien soy realmente, en que no soy capaz sólo, en que soy culpable y en que ahora, con este miedo que siento, tengo que ser super perfecto o perfecta para ser aceptable en el mundo, para que este mundo que he fabricado ahora me acepte, sea apto para este mundo.

Construimos una cárcel y ahora temenos además, que ser aptos para la cárcel que hemos creado.

¡¡¡ Si la cárcel la hiciste tú !!!

Deja de construir cárceles y así dejarás de tener que esclavizarte para alimentar esa cárcel, de limitarte para tener que estar ahí dándole forma a esos barrotes de insuficiencia, incapacidad, deseo, aprobación, no merecimiento, abandono…

Tú has generado todo eso, tú has generado que no se haga justicia contigo, tú has generado que se te ataque, tú has generado que no se te reconozca, deja de culpar al mundo.

Volvamos a la pregunta incial:

¿Deseas realmente la Paz?, ¿Deseas realmente todo lo que te puede ofrecer el Perdón? ;porque si no lo deseas en lo más hondo de tu mente-corazón, no lo vivirás y no es que no funcione el perdón, es que tú no quieres la paz, es que tú todavía quieres tener un mundo hostil donde proyectar toda tu culpa sobre él, todavía te quieres sentir víctima del mundo, todavía te quieres sentir esclavo de él, todavía tu arrogancia de tener razón quiere estar por encima de la paz, de la felicidad, de la abundancia, de la plenitud.

Si te rindes a aceptar que eres todo el Amor y que quieres vivir ese amor y recibirlo, lo tendrás.

No lo tienes porque todavía adoras a otro ídolo en tu mente, a otro amo en tu mente, al que te dice que eres culpable, que eres víctima, al que te dice que no mereces todo, al que te está hablando de ese mundo hostil que hay ahí fuera, culpable de todas tus desgracias.

Sigues escuchando a ese amo falso, pero muy dañino, porque al hacer un ídolo de él y darle todo tu poder, toda la realidad, toda tu seguridad porque es a lo que estás acostumbrado, a que él tome las riendas, te has perdido en la infelicidad, en el engaño, en la frustración , en el no merecimiento, en un mundo de culpa donde el perdón no tiene lugar porque tú no lo deseas.

Depón tus armas, córtale la cabeza a ese ídolo y con él a todos los personajes que has forjado para que lo idolatren y lo alimenten, al calculador, controlador, al no merecedor, al incapaz,a la víctima, al salvador, córtale la cabeza ya, perdona, entrega al Espíritu Santo, entrega a tu mente correcta todas las creencias que alimentan esos personajes, date cuenta que te han mantenido en la esclavitud, date cuenta que te están impidiendo ser feliz.

¿Deseas realmente la Paz y la Felicidad?

Hay que empezar por ahí para el Perdón, por eso, al empezar a perdonar en profundidad, hay que pedir perdón por no querer el perdón, reconocer que no deseamos la paz y ahora pido perdón por esto, pido perdón por el miedo a la paz, pido perdón por mis resistencias al amor y a la paz y a la felicidad y a hacer mi función que es perdonar, pido perdón por todo el miedo que me da todo esto para que de nuevo recupere el deseo de ser feliz porque eso es lo que me va a ofrecer el perdón.

Ahora, al ir al mundo cuando voy a perdonar, debo ir primero y principal con gratitud, con la alegría de todo lo que voy a recibir.

No perdones creyendo que perderás, lo único que perderás será a tus falsas creencias e identidades que te han estado limitando tanto tiempo.Ya no vas a ser víctima del  mundo, ya no vas a necesitar agresores ahí y al no ser dependiente no vas a necesitar relaciones que te protejan.Claro, vas a perder muchos eslabones que tenías unidos al mundo falso, que te hacían daño pero tu creías que te protegían.Sí, los vas a dejar ir, porque el perdón es soltar, es dejar ir toda la mentira. Sentirás un aparente vacío, pero es en ese vacío donde recordarás la Verdad de quien eres.

Es el momento de acabar con toda esta red y dejar espacio en la mente para lo que es verdad, lo que siempre ha estado ahí, la abundancia, la plenitud, el Amor, la Inocencia, y que tome forma en nosotros y en el mundo.

No puedes subestimar el miedo que te da y que esta ahí y que no te deja que aceptes todos estos regalos.

Si tú no te das este regalo, no lo podrás dar al mundo.

No puedo dar lo que no me doy. Perdona todas estas ilusiones del mundo y vive en elm undo sin ser de él, no podremos disfrutar del mundo en paz y plenitude sin antes reconocer que no soy de este mundo, que soy el Santo e Inocente Hijo de Dios.

Si tú no te das esto en tu mente, no podrás darle el Perdón al mundo, no podrás ver que tu hermano es inocente.

Acércate al perdón con gratitud, llega al perdón con tu canasta llena, a recibir los regalos, bendiciendo a tu hermano, bendiciéndote a ti, bendiciendo al mundo, bendiciendo al Espíritu Santo por estar ahí mostrándote la Verdad.

Empieza ya, ríndete a reconocer que no hay nada en este mundo que te pueda dar la paz verdadera, olvídate y suelta todas tus armas.

Ríndete a aceptar la Paz y todo lo que el Perdón te ofrece.

Recibe los regalos de Dios, recibe su Inocencia para ser Luz y dar Luz.