Lunes, 8 de Febrero del 2021

El Amor verdadero

El Amor verdadero

 

Se dice que el mundo está unido por el amor. Creemos que el amor está en el mundo esperándonos. De hecho, vamos al mundo a buscar el amor y a buscar ser felices a través de ese amor que creemos que se nos perdió.

Como dice Un curso de Milagros, tu error principal es que creer que hay distintas clases de amor, incluso distintos niveles de amor. Está el amor de pareja. Está el amor que se siente por un hijo. Está el amor que siento por la humanidad. Está el amor hacia mis padres. Está el amor a mi trabajo. Utilizamos mal la palabra amor. La llevamos a apetencias del mundo, a apegos, a deseos y relaciones del mundo, a nuestras relaciones y nuestras identificaciones con todo lo que acontece en nuestro mundo.

Es como si necesitáramos lavarles la cara a nuestras relaciones; hacerlas válidas, buenas, honestas y para ellos decimos que sentimos amor o que nos relacionamos por amor, incluso que lo que queremos es el bien para los demás.

Hemos de comenzar a descubrir qué de verdad hay en nuestras relaciones, en aquello que decimos que es amor, en aquello que sentimos por los demás. ¿Crees que ayudas al otro por amor? ¿Crees que sacrificándote estás dando más amor?  Pensamos que cuanto más nos negamos, cuanto más nos sacrificamos, es como más amamos. ¿Te has planteado si este supuesto amor no es más que un acto para lavar lo culpable que te sientes?

El verdadero Amor, nada tiene que ver con esto. No hay diferentes clases de amor entre unas situaciones, personas o cosas. No hay niveles de amor. Muchas veces sentimos que queremos a alguien porque haríamos todo lo que nos pidiera. Eso no es amor, es dependencia. Si tu personaje vive de que esa persona te valore, te quiera, te reconozca, te ame y eres capaz de hacerlo todo. Es dependencia. Cuando esa persona no te reconoce, no te da o no se comporta como quieres, entonces ya no vas a darle más tu amor. Esto, entonces, es interés. Te amo más cuando me das más. Te amo más cuando más débil te veo, o cuando más me necesitas. Eso no es el verdadero amor. Eso es un sucedáneo de amor con el que nos movemos en el mundo porque necesitamos maquillar.

En el amor no hay separación. El amor especial, ese que dice te separo del mundo y te cojo para mí. Yo me separo del mundo y soy tuyo, tú para mi yo para ti. No puedo compartirte con otros. Ni yo me puedo mezclar con otros, porque entonces no sería amarte totalmente, esta es la exclusividad del amor especial. El verdadero Amor no genera desigualdad, especialismo, niveles, grados.  El Amor con mayúsculas es uno. No tiene partes separadas.

En cada parte de mi hermano, en cada hijo, madre, relación, situación, esencia, ser vivo, animal, cosa, está una parte de mi mente. Todo es una extensión del amor o una proyección del miedo. Dependiendo como se quiera ver.

Entonces, el verdadero amor es aquél que nos lleva a recordar que somos el todo, la unión con todo lo que hay aquí.

A veces podemos no saber lo que es amor, pero si podemos identificar lo que no es. El amor nunca diferencia entre buenos y malos, justos y pecadores, porque eso es percibir al hijo de Dios fragmentado. El amor no hace juicios porque no ve diferencias. Solo ve unicidad e igualdad.

El verdadero amor está dentro de ti. Una vez lo recuerdes y lo experimentes podrás verlo fuera.

 El significado verdadero del amor es tu propio significado, es lo que Dios es y lo que tú eres.

Por eso dice también que no hay otro amor que el amor de Dios, el amor que tú eres. Nada te puede limitar desde esta idea. Cuando conectamos con esta verdad, estamos entrando en un espacio eterno, donde se trasciende el mundo de las formas y de los límites

Prepárate para bendecir y ser bendecido por el verdadero Amor de Dios. El único real. El que es en ti y para ti. El que es Uno con todo.

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