Lunes, 13 de Julio del 2020

Enciende la luz y verás paz

Enciende la luz y verás paz

Artículo inspirado en el ejercicio 193 de Un Curso de Milagros

Todas las cosas…, (todas las cosas sin exclusión), son lecciones que Dios quiere que yo aprenda.

Esta lección nos muestra que Dios no es contradictorio ni ve contradicciones. Dios no se contradice porque Dios no tiene nada que ver con este mundo. Él sabe que estamos soñando, que su Hijo es Uno con Él … entonces ¿por qué dice que en todo lo que me pasa, hay algo que yo tengo que aprender?

 Es muy importante entender esta lección con claridad. Da igual las lecciones que vivamos en el mundo.  Dios no quiere que aprendas a superar la muerte, que aprendas a poner límites, a perdonar, a proteger tu cuerpo, a reclamar tus derechos... Todo esto pertenece al mundo de la forma y en la ilusión no hay nada que Dios crea que tienes que aprender. Tus lecciones no se encuentran en la forma.

 No son las cosas que hacemos en el mundo, sino desde dónde y para qué lo hacemos, sobre todo desde dónde. El aprendizaje es algo que le es ajeno a Dios, Él sabe que “no necesitamos aprender” porque nos reconoce como su Voluntad unida a Él, en esencia de felicidad, alegría, honestidad, capacidad, plenitud, vida. Su hijo fue el que eligió olvidarse.

Al igual que el hijo de Dios proyecta en el mundo el olvido en forma de ataque, culpa, miedo, incapacidad, insuficiencia, muerte… también puede elegir reflejar la esencia de su Padre.  ¿Qué necesitamos para recordar?: encender la luz de nuestra mente para ver todo desde otra parte, ver la Verdad, percibir de otra manera. Dios no necesita percibir, la percepción es algo del mundo, necesita que su hijo recuerde.

 El perdón, la función única que yo tengo que desempeñar aquí, consiste en darme cuenta que hay un error, que estoy proyectando algo que me está generando dolor y miedo. Con el perdón dejo de identificarme con ello, me voy a otro nivel de conciencia, extiendo mi mano y enciendo la luz.

No somos este cuerpo, ni nuestras creencias en que no vamos a poder, no nos aman, no somos suficientes... Perdona y verás de otra manera. Este el contenido fundamental de todas las lecciones de perdón, lo que te va llevar al estado de paz aquí.

Él sabe que su hijo ha elegido vivir un sueño de olvido pero quiere que a  partir de ese sueño aprenda a ver el sueño, a salir de él, a unir su voluntad, a elegir la inocencia y el amor. Y desde ahí vea todo de otra manera.

 Si sigue habiendo un pequeño estado de inquietud en tu mente es que hay falta de perdón. El dolor es la señal. Aunque Dios sabe que no estás aquí y no percibe nada de lo que tú estás viviendo, te entrega los medios y te explicará la verdad de ti a través del Espíritu Santo. De este modo, vive dando un paso atrás de todo lo que te acontece. Continuamente entrégale todo a Espíritu Santo. No quieras resolverlo por tu cuenta, lo vas a enredar más. Deja de tomar decisiones por tu cuenta, haciendo tu vida aún más difícil, queriendo tener razón en la forma, que se te haga justicia, que los demás vean que tú eres inocente convirtiendo a los demás en culpables. Este no es ese el camino. Date cuenta de que sólo hay una salida de este sueño: ver que es un sueño.

No empieces por el exterior, comienza por la causa que está en tu mente. Pon verdad en ella, no te olvides del amor que eres. Desde ahí verás todo lo que te acontece como una lección, una oportunidad de salir del error. Pero no le des realidad en mayor o menor medida, no hagas más ídolos valorando las cosas desde el mundo, no te enganches en esa mentira.

Dios sólo quiere que aprendas una lección desde donde desaparece todo el terror que ves en el mundo: hay otra forma de contemplarlo todo. Dile a tu mente “perdonaré” y esto desaparecerá. Todo es susceptible de que le apliques esta idea. Esta es la llave de tu felicidad, el camino de vuelta a casa. Permite que Dios de el paso final entregándole todo a la mente correcta, que está ahí reflejando la verdad cuando enciendes la luz para poder ver.

 

Hoy elijo dejar de hacerme la vida difícil. Hoy elijo dejar de posponer mi única función aquí que es encender la luz para ver la Verdad que toda experiencia contiene. Hoy elijo compartir mi inocencia con mi hermano y con el mundo.

No veo contradicción en Dios. Esta es una ilusión pasajera que hoy elijo trascender para abrazar la única Verdad, mi voluntad unida a Dios que es mi esencia.

Gracias Padre por la Verdad.

 

 

 

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