Martes, 24 de Marzo del 2020

Desde la indefensión, soy libre

Desde la indefensión, soy libre

 

La mente que vive la Indefensión es una mente sencilla, que no quiere tener razón, ni alimentar sueños de separación en busca de identidades a las cuales tenga que defender contra la Verdad que es. La mente que vive en Indefensión no vive justificando sus acciones ni sus pensamientos. No vive buscando encontrar un sentido a su existencia en la propia ilusión. No hay vacío del cual huir. No vive en busca de identidades y relaciones que la protejan o reafirmen. No necesita forjarse una idea de sí mismo distinta de la Verdad que ya es: su naturaleza íntima e inseparable de la inocencia en Dios.

Su paz y seguridad proceden de reconocerse y sentir que lo es todo en Dios, su Creador y ¿es acaso necesario defender lo que Dios creó?

Vivir en paz implica que reconozcas que toda defensa es una forma de proteger las ilusiones, lo que piensas de ti y del mundo con relación a ti (tus relaciones, trabajo, etc..). Vivir en paz, implica que identifiques tus defensas y que dejes de usarlas. Cuanto más grotesca sea tu ilusión más fuertes parecen ser tus defensas, más te distraen y más te hacen apegarte a los personajes que le dan vida (un hijo enfermo, el cáncer, el maltrato, la muerte, asesinatos… y más dificultad tendrás para dejarlas. Recuerda que al ego le encanta lo extravagante, llamar la atención.

Sin embargo, cuando seas capaz de dejar ir toda forma e ilusión, cuando ya no quieras tener razón y tu único propósito sea la paz, podrás mirar más allá de ellas, y te darás cuenta de su trampa y falsedad, pues su único objetivo era que te hicieras adicto a ellas para frenarte en tu liberación y paz. El proceso de cambio hacia la Indefensión al principio puede resultar frustrante por el desengaño de la propia ilusión y el tiempo perdido en ella, y por la inseguridad que surge al sentirte desnudo sin defensas. También por el miedo al vacío que dejan en tu mente y en tu vida, al no alimentarlas. Pero si te das cuenta ese vacío siempre ha estado ahí, nada lo ha podido ni podrá saciar.

A medida que avanzamos en soltar toda defensa (control, relaciones, ideas, juicios...), la confianza aumenta y la liberación es tal, que ya nunca más podrás adherirte a las falsas ilusiones y defensas en contra de ti mismo. Libres de toda defensa, el aprendizaje de la verdad sobre ti aumenta rápidamente, trayendo a tu vida nuevos horizontes felices, libres de culpa y miedo.  

Cuando se abandonan las defensas, cuando dejas de alimentar al miedo en tu vida sea de la forma que sea, cuando te abandonas a la confianza sin expectativas, ni control, no se experimenta peligro, solo se experimenta seguridad, solo se experimenta paz. Lo que se experimenta es dicha. Y lo que se experimenta es Dios.

La Indefensión implica una vida sencilla, simple, tranquila y desapercibida del ruido del mundo. Te invito a que reflexiones en estas ideas y te preguntes cuáles son tus defensas y a qué identidades alimentan: ¿qué te da más miedo dejar y por qué?, ¿qué nuevas acciones en tu vida te llevarían a dejar de defenderte?.

Recuerda que esto es para tu paz y felicidad, y que ambas son lo único que has venido a manifestar aquí y ahora.

 

Reflexiones basadas en la INDEFENSION, del Manual del Maestro en Un Curso de Milagros

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