Miércoles, 2 de Diciembre del 2020

La felicidad no perecedera

La felicidad no perecedera

 

El ser humano vive en la adicción al caos, al dolor, al conflicto y al sufrimiento.

El ser humano vive muriendo y buscando auto validarse a través del reconocimiento externo de una vida marcada por el sacrificio, esfuerzo y autonegación.

Todo este caos, está alimentado por la creencia de que es un cuerpo salvaguardado por unos guardianes que validan y reafirman su vulnerabilidad, pequeñez y limitaciones.

La aparente “felicidad” en este mundo es pasajera y casi nunca es compartida, pues implica ganancias para unos y pérdidas para otros, y esto requiere mucho esfuerzo y separación.

Estas son las migajas de seudo felicidad con las que te conformas peleando día tras día por ellas, dejando tu vida en ellas.

Nada de esto puede ser nuestra herencia, ni puede venir del verdadero Amor que somos en Dios.

El mensaje de esperanza es que podemos elegir no identificarnos con ese caos, con ese ser vulnerable y limitado que creemos que somos. Hoy, ahora, podemos elegir soltar todas estas falsas creencias y dejarlas ir, pues no nos pertenecen.

Hoy elijo La Paz y el Amor De Dios que moran dentro de mi y que siempre están ahí para que pueda reconocerlas. Mi elección me lleva a la dicha y el júbilo inevitables, a ser expresión de los dones de Dios y reconocer mi unión íntima en Él con todos mis hermanos, pues somos Uno en la infinita Consciencia.

Mira ahora con alegría al mundo; observa más allá de las formas y quédate con lo inmutable, el amor y el júbilo no perecedero.

Ve a tus escenarios de vida y da las gracias trasmutando todo dolor en dicha.

El perdón te ayudará a ver la Verdad de donde emana todo júbilo.

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