Sobran las palabras cuando hay paz

 

No hacen falta palabras cuando lo único que buscas es ir más allá de ellas a vivir la experiencia del amor.

La búsqueda termina cuando comprendes que no existimos como mentes separadas.

Tú eliges cuanto quieres que dure este aprendizaje final.

Entreguemos nuestra vida al Espíritu Santo para que Él nos guíe al hogar. Consagremos nuestras mentes al perdón poniendo nuestros pensamientos al servicio del Amor.

Este es nuestro propósito y meta: perdonar al mundo.

Ahora reconocemos que nuestra única función es recordar a Dios en la tierra y ser su compleción en la realidad. Y caminamos de la mano de nuestro hermano pues reconocemos que en su inocencia está nuestra salvación.

Haz que cada instante de tu existencia sea santo, no juzgando lo que ocurra ni queriendo tener razón sobre él.

Permite, solo desde una mente receptiva y serena, escuchar los pensamientos de amor que le darán sentido a todo y te guiarán al recuerdo de que eres Uno en Dios.

 

Oración

Invoco y escucho cada instante al Espíritu Santo seguro de que su dirección me seguirá dando paz.

Venimos a ti Padre en total rendición y gratitud entregándote toda nuestra existencia en este instante santo, para que tú seas quien dirijas a partir de ahora nuestra vida, sabiendo que nos darás en cada instante lo que necesitemos aprender y vivir para estar en paz.

Ahora no sabemos nada, y en esa nada, escuchamos Tu Voz y es solo a ella, a la que seguiremos. 

Acogemos con gratitud y alegría el regalo que Dios nos prometió al final del camino. Hemos sido perdonados.

La Verdad y la Visión se ha instaurado en nuestra mente y ahora podemos escuchar y comprender a la Voz cuando dice: “Este es Mi Hijo amado, y todo lo que tengo le pertenece”.

En estas palabras reside la eternidad y nosotros decimos Gracias.

Permanece sin palabras seguro y confiado de que tú invocación ha sido escuchada y se te dará lo que necesitas.