Domingo, 24 de Mayo del 2020

El ego quiere que le escuches ¡sal de su trampa!

El ego quiere que le escuches ... ¡sal de su trampa! 

 

Cuánto dolor, cuánto sacrificio, cuánto sufrimiento te ahorrarás en la vida si reconoces que “lo que sufre no forma parte de ti”. Y si no forma parte de ti ¿por qué escucharlo?.

Has vivido continuamente negando lo que eres y para ello has tenido que inventarte ideas acerca de ti que han sido la estructura que te ha mantenido en la cárcel del olvido, el sacrificio, el sufrimiento, la negación …

Pero ¡qué bueno!, al igual que pudiste inventarte todas esas ideas que pensabas que tú eras para darte protección, y esas ideas generaron un mundo hostil, difícil, complejo, donde perderte para nunca encontrarte, puedes elegir crear un mundo feliz, fabricar desde otra parte, desde el Amor y la Verdad que eres porque sigues siendo tal como Dios te creó.

Lo mismo que negaste la verdad, puedes negar ahora el sufrimiento, el dolor, la muerte, la frustración, la desilusión … como engaños de la mente-ego para hacerte creer que eres eso.

¿Quieres deshacer el mundo?... sepárate de todo lo que sientes, piensas, de todo lo que crees que eres, de aquello cargado de razones que te define y te sostiene. Déjalo ir. Nada de lo que piensas que eres es real. La idea que tienes acerca de ti y del mundo que ves es falsa, no tiene ningún significado.  

Cuando damos el paso para soltarlo porque aumentamos nuestra conciencia, porque sabemos que eso no es lo que somos, siempre queda un tiempo de residuo, de tristeza, de sentirse mal. El ego te va a “vender” lo feliz que eras en esa situación. Acostumbrados como estamos al sufrimiento y a la falta de felicidad el ego quiere que nos conformemos con migajas. Pregúntate con honestidad … ¿de verdad que yo era feliz en esa situación, con esos pensamientos, con esa relación, con ese trabajo…?.

Cuando el ego te haga creer que eres lo de antes, que no era tan mala esa sensación de frustración, de escasez de amor, de resignación, de aceptación de que la vida es un valle de lágrimas … recuerda que ¡no hemos venido a ningún valle de lágrimas!, hemos venido a ser felices y que Dios nos dejó la semilla del amor para usarla, no para que se pudriera en nuestra mente y nuestra alma.

No te creas el sufrimiento, el dolor, la pena … es la limpieza que surge de soltar los apegos. Cuando los vas soltando te das cuenta de tu liberación, pero a la vez la mente te atrapa en que estás perdiendo algo valioso y bonito ¡¡no te lo creas!!.

Y cuando estés en pleno campo de batalla sufriendo por las decisiones que estás tomando, o acontecimientos que están sucediendo y quieres perdonar y trascender la idea de que tú eres ese que sufre, ese cuerpo que ha perdido otro cuerpo, que siente el abandono … date cuenta de que lo que sufre no eres tú. Es el ego queriendo mantenerte en la defensa, la proyección, el ataque, el control para conseguir algo ¡no juegues más a eso!, no eres tú, el teatro ya se acabó.

¿Qué pasaría si aceptáramos que no queremos nada de lo que tenemos aquí aunque creamos que nos gusta tanto y que nos da tanta estructura y seguridad?. La única seguridad te viene de Dios. ¿Cuánto tiempo más vas a jugar a seguir buscando la seguridad fuera?. Dios ya te dará lo que necesitas en el mundo para estar en paz y feliz porque tu voluntad es la suya. Deja de jugar con eso. Responsabilicémonos cada uno de nuestra vida, de nuestra felicidad, de nosotros mismos.  Comprometámonos con nosotros mismos, con la Verdad que es Una. Eso es lo único que nos toca hacer.

¡Saca el pie de la trampa!, ¡abre tu boca y suelta el cebo que has mordido!. No eres sufrimiento, no eres todas esas ideas que lo han generado, ni esos personajes que actúan, ni crees que deseas todo lo que crees que deseas, ni que necesitas todo lo que crees que necesitas … ¡suelta todo eso ya!.

Pregunta y pide ayuda porque es imposible que salgas de aquí solo porque el ego te acompaña y te cuenta su historia. Tú que estás acostumbrado a escucharle sólo a él, elegiste acallar la voz de la Verdad y del Amor en tu mente, y ahora ya sólo reconoces la voz del miedo.

Deja de escuchar la mentira, y si la escuchas no le des realidad. Invita al Espíritu Santo a que te muestre la única voz verdadera que hay en ti. Pide ayuda a Dios para que te muestre la Verdad, para que cuando llegue ese momento de duda puedas perdonar para tener la verdadera visión y abandonar toda razón y toda forma que haya tomado.

Sólo en ese instante, el amor que has sentido siempre por Dios volverá a tu mente.

Autoindagación, búsqueda del Ser y del Amor es lo único que te saca del dolor y del sufrimiento. No sigas por el camino de conseguir tu capricho, atraerá más caprichos y al final todos los caprichos se transforman en dolor.

Escucha a tu ser decir “Padre, el verdadero amor que soy retorna a Ti y me permite amar nuevamente al Hijo de Dios”. Lo que estaba escondido ya toma forma en mi mente y ahora puedo amarme. No puedo tener experiencia de Dios ni darme cuenta de la mentira que hay en el mundo si no me amo. Tengo que responsabilizarme de amarme. Es lo único que tengo que hacer, amar la inocencia y el amor y la verdad que yo soy. Para eso tengo que abandonar los caprichos del ego, las mentiras, dejar de escuchar el sufrimiento.

Padre, soy tal como tú me creaste, ahora sí puedo recordar tu Amor como el mío propio.

Compartelo en las redes sociales