Dar lo que te toca dar

Dar lo que te toca dar, más allá de la forma

A veces nos preguntamos:

−”No sé si debo dar o no debo dar”

No está mal el dar a los demás, como tampoco está mal no dar a los demás. Lo que está mal es utilizar el dar a los demás o no dar, para negarte. Si te toca dar, dalo todo y todo fluirá para ti y para los demás. Si no hay una identidad detrás haciendo, si no hay un vacío que llenar.

Si no das porque te toca estar en quietud está perfecto también. El objetivo no es dar nada ahí fuera, porque no hay nada fuera esperando recibir nada.

El objetivo es no negarte, el objetivo es dejar a Dios ser a través tuya con lo que te toque en ese momento, lo que el plan designe para ti, recordando que tú eres parte de la voluntad que diseñó ese plan.

El objetivo es dejar de utilizar lo que hacemos o no hacemos para protegernos, para ser reconocidos, para buscar algo. Esto no es dar amor, es dar sacrificio y los resultados ya sabes los que son: más sacrificio, más frustración, más cansancio, más olvido, más pequeñez…

No olvidemos que no debemos de compararnos ni generalizarnos en las acciones, pues cada uno tiene un parte en el Plan para La Paz, que puede ser distinta al resto en la forma, aunque el contenido es el mismo (ser amor aquí ahora).

Y esta forma siempre estará relacionada con el proceso de sanación de cada mente. Lo que nos toca, lo que se nos muestra como una responsabilidad que tenemos que asumir aquí y ahora,  siempre tiene que ver con el regalo que deshace nuestro sistema de pensamiento, nuestro programa erróneo.

Por lo tanto no juzguemos nada, no demos por establecido lo que está bien o mal o lo que debe ser, pues no sabemos.

Simplemente deshaz  lo que no eres haciendo lo que te toca a ti, en la forma, sin identificarte con ella.